
Vamos a recorrer los Reales Alcázares de Sevilla siguiendo el mismo orden que las visitas turísticas y no os debéis sorprender de los saltos de estilos arquitectónicos: almohade, mudéjar , gótico, y renacentista, pues es un monumento donde, cual casa hermandad cofradiera, cada uno de los reyes que desfiló por allí, como los hermanos mayores, se preocuparon por dejar su impronta, unas más afortunadas que otras.
Según entramos por la llamada puerta del León,

Esta Sala de Justicia

Contigua a la Sala de la Justicia, conectado por un canal de agua llegamos, quizás, a una de las partes más antiguas del Alcázar: el Patio de Yeso,

El Cuarto del Almirante.

Se eligió la ciudad de Sevilla para albergar dicha institución, escogiéndose la denominada Sala del Almirante del Alcázar como sede.
En este mismo lugar fundaron los Reyes Católicos la Casa de la Contratación de las Indias. Por ello podremos encontrar recuerdos históricos de la relación de antaño de España con América. Decorada a su entrada con castillos y leones de color azul es uno de los lugares más curiosos de contemplar. Especialmente importantes son los retratos de personajes de la Realiza que decoran sus paredes. Pero la estrella de este salón está en su último tramo, lugar en el que se encuentra la habitación en que la reina Isabel II se hospedaba en sus visitas a Sevilla. La estancia está llena abanicos, espejos de época y otros objetos personales de extraordinaria belleza.
Sobre dependencias de los alcázares anteriores, contruye el Rey D. Pedro I el palacio mudéjar,
En su edificación (1364) intervienen artesanos granadinos y toledanos junto con sevillanos, alcanzando el conjunto la categoría de obra maestra de la arquitectura civil mudéjar. Posee planta de casa-patio de tradición oriental donde el patio es el centro de la vida oficial y doméstica.
El Palacio Gótico fue construido durante el reinado de Alfonso X, aunque hoy día aparece modificado por las

El salón de los tapices,

Los jardines del Alcázar es un lugar donde fácilmente puedes pasar horas paseando (y eso sin sentarte más de unos minutos para reflexionar sobre la belleza del lugar). Siempre está verde y resplandeciente.
El jardín está dividido en varias zonas, dedicadas cada una a una región, a un clima y a una funcionalidad distinta. Hay una zona de naranjos, una zona de enormes árboles que dan sombra casi todo el día, una zona con rosales y jardineras llenas de plantas más pequeñas, una zona con agua corriendo, fuentes y hasta un estanque al que cae el agua desde unos cuatro metros produciendo un sonido que te acompaña durante la visita. Junto a todo este verdor no dejan de acompañar los mosaicos tan típicos del mundo árabe. Sobre jardineras, en paredes, cenefas y baldosas forman un conjunto de colores y formas que se integran de una manera fabulosa en el jardín.

Y para terminar, os dejo una colección de cuatro vídeos sobre nuestro Alcázar de Sevilla que estoy seguro sabrás disfrutar.