viernes, 13 de noviembre de 2009

Poesía que cautiva el alma (Tarea 01/B6)

Sirva este post como homenaje al trabajo que se está realizando, y para conocimiento del mismo, en el aula de 6º en relación a la poesía.

El maestro D. José Antonio y sus alumnos y alumnas están realizando un trabajo precioso que durará todo el curso y que tendrá a la poesía y a los poetas como centro del mismo. Además, este trabajo servirá para la realización de una agenda escolar con esta misma temática.

La recopilación de textos literarios, la memorización de los mismos, la recitación poética, el análisis de los textos o la escritura de los poemas son algunas de las actividades que se desarrollan en este apartado. La acogida por parte del alumnado ha sido fenomenal y están muy animados para que esta introducción en el mundo de los sentimientos a través de la poesía pueda hacer verdadera mella en cada uno de ellos.

En próximos posts editaremos poemas recitados por los propios alumnos. Mientras tanto, dejamos aquí un bello poema de Pablo Neruda, titulado "Poema 20", el cual está dentro del poemario "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" .



Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.




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